En nariz, despliega una aromática compleja con frutas rojas y negras maduras como ciruelas y moras, integradas con notas de vainilla, chocolate y café provenientes de su crianza en roble francés y americano (aproximadamente el 80% del blend durante 12-18 meses). También se pueden percibir toques florales como violetas y sutiles notas especiadas y de cuero.
En boca, es un Malbec de buen cuerpo y estructura, con taninos delicados y amables. Ofrece sabores que replican la fruta madura y las notas de la crianza, con un final largo y armonioso. Se destaca por su equilibrio y elegancia, siendo un vino untuoso y carnoso.